Desmontando una cerveza.
La cerveza es un alimento total y muchos opinamos que es algo más que un refresco de color pálido. En muchas culturas se ha considerado a la cerveza como un alimento, como una medicina y fuente de salud y longevidad.
Al igual que en las paellas, dada una misma receta a diferentes maestros cerveceros (artesanos) lo normal es que al probarlas se diferencien enormemente entre ellas y esto es debido a la gran diversidad de variables que intervienen en su elaboración.
Encontrar dos cervezas iguales es casi imposible y en eso radica la riqueza de la cerveza.
No hemos de confundir una cerveza artesana (que ha sido elaborada con amor por un maestro cervecero) con los refrescos de cerveza que nos venden en algunos supermercados, elaboradas con maquinas de miles de litros, aunque algunas cerveceras en vista de la demanda de productos de calidad se han puesto las pilas y ya están sacando al mercado algunas cervezas decentes.
Comprender la anatomía de una cerveza puede ayudar a entender mejor su estructura, y cómo afectan a sus sabores y olores. Por este motivo en este articulo se pretende desglosar o desmontar una cerveza entrando en profundidad un sus diferentes partes.
Componentes de la cerveza
Cuerpo:
El cuerpo de la cerveza es lo que reconocemos como la parte alcohólica que realmente bebemos. Es el líquido de color que compone la mayor parte de una cerveza y contribuye a la gran mayoría de sus sabores y aromas. Su apariencia puede variar enormemente.
Cabeza:
La cabeza o espuma de la cerveza es normalmente el componente más pequeño y siempre descansa en la parte superior de la cerveza. Esta espuma que varia de colores, tamaños y texturas y aporta el aroma general de la cerveza y un poco al sabor.
Vidrio o copa:
El vidrio es el recipiente en el que estamos sirviendo y bebiendo la cerveza. No es un tema trivial y juega un papel muy importante en cómo la cerveza y sus sabores son percibidos.
Aroma u olfato:
El aroma, también conocido como olor, es lo que somos capaces de percibir por la inhalación de los sabores que están emanando de la cerveza. En este caso, el tipo de copa interviene mucho en como se potencia o se reducen los aromas. Al igual que el vino, para poder percibir los aromas con mas claridad interesa acercar la nariz a la cabeza de la cerveza con la boca abierta y realizar varias inhalaciones mas pequeñas para ir definiendo los diferentes aromas.
La intensidad y variedad de aromas pueden variar mucho de una cerveza a otra y como cualquier proceso de aprendizaje, la practica es muy importante.
En este tema el control de la temperatura en que se toma le cerveza es vital, ya que una cerveza muy fría inhibe los posibles aromas. En otro articulo profundizaremos mucho mas sobre esta técnica.
Color / Aspecto:
El color y su aspecto se perciben tanto en el cuerpo como en la cabeza. Gran parte del color lo aporta la cantidad de maltas tostadas que se aporta en la elaboración, aunque también puede afectar al color los diferentes aditivos que se le añada (cerezas, frambuesas,…).
La gama de colores podrá ser totalmente transparente a totalmente opaco. El color también acondiciona la percepción del producto en boca ya que una cerveza de color claro se percibirá como de sabor ligero y otra mas oscura como de sabor mas intenso, aunque no necesariamente sea así.
Sensación en boca / Textura:
La sensación en la boca o la textura de la cerveza es una forma de expresar cómo se siente en la boca. Las cervezas pueden variar mucho, espumosa y con cuerpo o que esté suave y cremosa. También se ha de tener en cuenta la carbonatación (el gas que tenga), si es agresivo o moderado.
Otros de los factores a detectar es como se diluye la cerveza en el paladar.
La densidad que se perciba también es importante, si tiene una consistencia similar a chocolate o tiene una consistencia más cercana al agua. Todo esto afectará a la forma en que se transfiere el sabor a su paladar y como se percibe en boca.
Sabor / Gusto:
El sabor o gusto de la cerveza es casi lo mas importante. A mi me ha ocurrido con la primera cerveza que elabore que el olor resultaba un poco fuerte por lo que algunos de mis catadores no la probaron, no obstante el gusto en boca era muy agradable. Una buena cerveza es la que resulta equilibrada en todos los sentidos.
La conjunción de todos los factores sensoriales mencionados interactuando juntos pueden crear un sabor muy simple o complejo, potente o suave.
Como en el amor a veces la primera percepción que se tiene es vital para cualquier relación cerveza / humano. Y una de esas percepciones primeras es el retrogusto. El retrogusto es el sabor final que queda en la boca después de haber realizado un trago y en esto interviene muchos la duración, el amargor, las trazas de aditivos, etc.
Otro de los elementos que se perciben es la limpieza de los sabores ya que en una cerveza se pueden identificar limpiamente sus sabores o percibirlos como mas sucios (no por ello desagradables) .
Para mi una buena cerveza que se toma para saborearla y no como refresco ha de tener una cierta complejidad y dejar un retrogusto que incite a tomar otro trago.
Al final todo lo mencionado se queda en una pregunta simple, ¿te gusta esta cerveza o no?
Nos vemos o leemos en el siguiente articulo.